Hacia una Evaluación Inclusiva
En un aula
inclusiva la evaluación debe monitorear el desarrollo individual de
competencias en el estudiante así como evaluar el proceso mismo, es decir la
evaluación sirve para validar o garantizar el proceso de enseñanza-aprendizaje
y al mismo tiempo validar la metodología empleada en dicho proceso, es
necesario entonces elaborar rubricas de evaluación que midan más objetivamente
al alumno y no solamente una nota en un examen de carácter sumativo, no con
esto se quiere decir que se deben desechar los exámenes, pero es necesario
flexibilizar la evaluación haciendo énfasis en una evaluación formativa en el
marco de una pedagogía diferenciada, la coevaluación, la autoevaluación son
necesarias aunque estas en la realidad son difíciles de emplear, el maestro debe
sensibilizar a los estudiantes antes de aplicarlas. La creatividad del docente
debe plasmarse en el diseño de herramientas de evaluación que consideren las
necesidades particulares de los estudiantes en el desarrollo de sus
capacidades.
La evaluación debe responder a la diversidad, el aprendizaje por competencias debe tener supremacía en búsqueda de un aprendizaje significativo.
El Reto de la Evaluación...
La finalidad de la educación inclusiva debe ser la participación y la promoción del aprendizaje de todos los estudiantes y para lograrlo, se debe tener en cuenta estos elementos clave (Santiuste y Arranz, 2009):
• Todos los procedimientos de la evaluación deben de estar ligados al currículo escolar e informar sobre el aprendizaje, favoreciendo el empleo de diversos procedimientos.
• Promover el aprendizaje de todos los alumnos considerando la evaluación como instrumento eficaz para el seguimiento de los progresos y para la planificación.
• La identificación y el desarrollo de las potencialidades y habilidades, requiere una formación adecuada que debe ser contemplada en los programas de formación inicial y continua para profesores y especialistas.
• Evitar que el propósito “formativo” de la evaluación se distorsione o se pierda, con el uso exclusivo de métodos de evaluación cuantitativa.
• Comunicar a los alumnos y familias, los objetivos de los procedimientos de evaluación, como proceso positivo que destaca los progresos individuales.
• Evitar los procedimientos de evaluación demasiado burocráticos reforzando la autonomía escolar.
• Implicación del alumno, de los padres y compañeros en actividades de evaluación continua,
planificadas y apoyadas desde la escuela por el equipo docente y el profesor tutor.
• Evaluación especializada en la identificación inicial de las necesidades educativas en el contexto del aula.
En definitiva se trata de reforzar una evaluación formativa y formadora frente a la sumativa, utilizando una amplia variedad de estrategias y modelos en base a la colaboración y apoyo no sólo entre docentes, sino también con la participación de especialistas, familias y estudiantes. Propuestas de Evaluación Inclusivas...
http://www.rinace.net/rlei/numeros/vol6-num1/editorial.pdf


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